Estimado co-inversor,
Finalizamos el tercer trimestre de 2019, un periodo de continuidad con respecto a trimestres anteriores, en los que el dinero de los inversores sigue fluyendo hacia la certidumbre, a cualquier precio, y huyendo de las empresas más ilíquidas y/o más cíclicas, pese a lo atractivo de su valoración.
Esta situación está causando una rentabilidad relativa (y absoluta) insatisfactoria en nuestras carteras en el corto plazo, pero, sin embargo, contribuye a generar grandes oportunidades de revalorización para el largo plazo. En Horos tenemos claro que debemos huir de las “modas”, por muy confortable que pueda parecer seguirlas, porque nuestro principal objetivo como gestores (y co-inversores) de nuestros fondos es maximizar la rentabilidad (en el largo plazo), minimizando el riesgo en el que incurrimos.
Periodos como el actual no deben desesperarnos, ni poner en entredicho un proceso de inversión construido con este único objetivo. Los frutos que estamos sembrando (nuestros potenciales están en máximos históricos), terminarán recogiéndose.