Estimado co-inversor,
Finalizamos un año que ha estado marcado, como sabe, por una (muy) elevada volatilidad en los mercados, causada por las incertidumbres políticas y económicas globales. Como hemos recalcado en las cartas anteriores, este entorno ha generado una huida de los inversores hacia las compañías con negocios más estables o hacia aquellas que están más de moda. El resultado está siendo un encarecimiento continuado de estas empresas frente a las de menor tamaño o con negocios más cíclicos.
El último trimestre de 2019 ha revertido, ligeramente, esta tendencia, lo que ha supuesto un soplo de aire para aquellos que, como nosotros, invertimos en aquellos valores cuyo precio arroja un elevado margen de seguridad y que son, precisamente, los menos populares en este contexto de incertidumbre. Posiblemente, los avances en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, o la posible consecución del brexit de Reino Unido, expliquen este reciente cambio de sentimiento.
Sin embargo, las discrepancias en las valoraciones siguen siendo muy acusadas y seguimos convencidos de que nuestra cartera es la más adecuada para generar rentabilidades satisfactorias y sostenibles en el largo plazo, como demuestran sus elevados potenciales de revalorización. Somos conscientes de que, en ocasiones, es difícil convivir con esta volatilidad. Por eso, le agradecemos enormemente su confianza. Estamos seguros de que el tiempo acabará dando sus frutos.