Estimado co-inversor,
Finalizamos, por fin, un año muy difícil para todo el mundo. Poco puedo añadir a los ánimos y gratitud por su confianza que les hemos mostrado en nuestras anteriores cartas. Ojalá la llegada de la vacuna sea el punto de inflexión que todos deseamos para nuestras vidas.
Desde luego, ese punto de inflexión parece haber llegado ya a los mercados, viviendo los índices bursátiles una fuerte recuperación los últimos meses del año y, esta vez sí, mostrando un excelente comportamiento las compañías más cíclicas y de menor tamaño y liquidez. Así, Horos Value Internacional se anotó un 26,3% en el trimestre, frente al 11,9% de su índice de referencia. Por su parte, Horos Value Iberia arrojó una rentabilidad del 27,9%, por encima del 22,8% de su índice comparable.
Sin embargo, seguimos pensando que las compañías que tenemos en cartera (cíclicas y de menor tamaño, en su mayoría), arrojan un elevado potencial de revalorización, jugando un papel relevante, como sabe, nuestra exposición al sector de las materias primas. De ahí que sea muy importante que comprenda cómo analizamos esta industria y elegimos las empresas en las que invertimos. A esto dedicaremos el grueso de esta última carta de 2020, incluyendo, además, una explicación de nuestro error de inversión en las compañías de plataformas petrolíferas. Como siempre decimos, para poder mejorar nuestro proceso de inversión, debemos detectar los errores que cometamos y aprender qué decisiones/razonamientos nos llevaron a incurrir en ellos, a fin de reducir las posibilidades de que estas situaciones se repitan.